Mi bebé vomita después de tomar leche materna

Pregunta completa: Hola mi bebé tiene 21 días, le doy el pecho con pezoneras porque no tengo pezones y casi siempre después de tomar vomita, a veces vomita poco, otras mucho y muy pocas veces no vomita, el pediatra me aconsejó ponerla semisentada pero no funciona. Incluso cuando quiero hacerle el provechito vomita. ¿Qué puedo hacer?

Respuesta:

Hola querida mamá, muchas gracias por confiar en nuestro equipo para resolver esta inquietud tan importante. A continuación, te ayudaremos a diferenciar entre el reflujo y el vómito verdadero y las posibles causas de que estos ocurran.

Lo primero a tomar en cuenta es que el reflujo y el vómito son dos cosas diferentes que tienen causas distintas. Es por ello que resulta fundamental que sepas diferenciar si tu bebé presenta uno o lo otro para buscar las posibles soluciones.

¿Cómo saber si mi bebé tiene vómito?

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El vómito y el reflujo no deben confundirse, en especial porque presentan distintas causas, niveles de gravedad y soluciones diferentes. Iftikhar (2019) resalta que, si bien el vómito y el reflujo pueden tener apariencias similares, estos son expulsados de maneras muy distintas.

En el caso del reflujo o regurgitación (conocido también como buche), la salida del contenido ocurre de manera fácil y pasiva, generalmente acompañado de un eructo. Estos son muy comunes en niños menores de un año y suele devolverse una especie de baba blanca y lechosa, correspondiente a la leche materna consumida.

Por otro lado, el vómito es expulsado con fuerza o propulsión, debido a que los músculos del estómago son activados y contraídos, para permitir que se expulse todo el contenido estomacal. Aunque el contenido expulsado también tiene una apariencia lechosa, en este caso se diferencia por poseer mayor contenido de jugos gástricos, que son más claros que la leche. Además, la leche devuelta en el vómito se encuentra más fermentada, con una apariencia parecida al requesón.

Los vómitos también suelen venir acompañados de arcadas o tos previa, además de asociarse con problemas de salud como infecciones virales o condiciones en el sistema digestivo. En contraste, el reflujo se considera algo común y frecuente en bebés, en especial entre los 0 y 6 meses de edad.

Reflujo en bebés

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El reflujo o regurgitación es la expulsión ‘pasiva’ de leche desde el esófago del bebé. Según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), se trata de una condición bastante común en bebés menores a 12 meses y debería desaparecer luego de esta edad. Los síntomas del reflujo suelen ser el llanto repentino luego de la alimentación y la devolución de alimento durante o poco después de la toma.

Asimismo, es frecuente que los bebés con reflujo sufran de infección de oídos, pues parte de la leche regurgitada puede dirigirse al canal auditivo. Asimismo, los recién nacidos suelen presentar tos o hipo poco después de devolver la leche. Si el reflujo es frecuente y abundante, puede asociarse con poca ganancia de peso.

Causas del reflujo

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La principal causa del reflujo es que los esfínteres o músculos entre el esófago y el estómago se encuentran aún algo inmaduros, por lo que parte del alimento no pasa a la cavidad estomacal y, al ser acumulada en el esófago, se devuelve a la boca. En otras palabras, los esfínteres se abren o cierran cuando no deberían, lo que ocasiona que el alimento vuelva a subir, en algunos casos acompañado de un poco de los jugos o ácidos gástricos.

Estos músculos esofágicos se terminan de desarrollar durante el primer año de vida de nuestros pequeños, por lo que el reflujo no suele representar un motivo grave de preocupación, a menos que interfiera con su correcto desarrollo y crecimiento.

Enfermedad por reflujo gastroesofágico

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La enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE, es una condición más grave que el reflujo, puesto que causa dolor e inflamación en el tracto esofágico. Algunas de las señales de que los bebés sufren dicha enfermedad, es que presentan dolor e irritación después de comer, además de tener una apariencia pálida o grisácea. Por otro lado, la alimentación suele ser difícil, pues los bebés se inquietan mucho mientras son amamantados. El ERGE debe ser diagnosticado por personal médico especializado y suele necesitar tratamiento médico.

Consejos para disminuir el reflujo

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Si tu bebé sufre de reflujo, puedes hacer pausas frecuentes durante la alimentación, para asegurar que su estómago no se llene muy rápido y permitir que el alimento siga su curso normal por el tracto digestivo. Durante dichas pausas, puedes intentar sacar los gases suavemente; solo hace falta que lo pongas en posición vertical, puesto que si das golpecitos puedes provocar que el alimento también se devuelva.

Tal como te indica su médico, puedes intentar varias posiciones para amamantar, de manera que encuentres alguna en la que el alimento no se devuelva con tanta frecuencia. También puedes intentar portearlo de manera vertical por un buen tiempo (alrededor de una hora) después de alimentarlo, para ayudar a mantener el alimento en el estómago.

Si tu bebé sigue teniendo reflujos, pero presenta una buena ganancia de peso y se desarrolla de manera saludable, no tienes mucho de qué preocuparte, ya que se trata de una condición que se solucionará por sí misma, a medida que el sistema digestivo de tu pequeño madura.

El vómito en bebés

bebé y su mamá

Cómo ya hemos mencionado, el vómito suele asociarse a condiciones adversas de salud. Según Consolini (2022), existen causas comunes y poco comunes relacionadas al vómito. Entre las causas comunes, se encuentran las infecciones en el tracto digestivo o gastroenteritis, que son ocasionadas por virus en la mayoría de los casos. Asimismo, la enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE también se asocia a una mayor producción tanto de vómito como de reflujo.

Otras causas poco frecuentes, pero que representan un problema de salud en bebés son la estenosis pilórica u obstrucción del conducto que comunica el estómago con el intestino delgado, la obstrucción o estenosis del intestino y el deslizamiento de un segmento del intestino o intususcepción.

La estenosis suele tratarse con una cirugía, en la que solucionan la obstrucción entre en estómago y el intestino, para permitir que el alimento se traslade hacia el final del tracto digestivo y no se regrese al esófago.

Otros trastornos metabólicos hereditarios muy poco comunes, así como la alergia a algunos componentes de la dieta (una condición extremadamente rara en bebés), también suelen causar vómitos en bebés y niños pequeños.

Gravedad del vómito

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Aunque el vómito se considera un síntoma de otras condiciones de salud, este puede ocasionar situaciones graves como la deshidratación de los bebés. La comisión editorial de Schmitt Pediatric Guidelines (2022), señala que el vómito leve ocurre entre 1 y 2 veces al día; el moderado ocurre entre 3 y 7 veces al día y el vómito grave ocurre más de 8 veces en un día.

Es importante que acudas al médico en caso de sospechar que tu bebé presenta vómitos. Asimismo, te recomendamos asistir a los controles periódicos para monitorear y garantizar que tu bebé gana peso de manera adecuada.

Esperamos que todo marche bien y que esta información te ayude a sentirte más tranquila.

 

Más información en:

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Consolini, D. (2022). Vomiting in Infants and Children (vomita). MSD Manual

Iftikhar, N. (2019). Why Is My Baby Throwing Up When They Don’t Have a Fever? (vomita) Healthline

NHS. (2022). Breastfeeding challenges, Baby reflux. Public Health England

Schmitt Pediatric Guidelines LLC. (2022). Vomiting (0-12 Months) (vomita). Seattle Children’s Hospital

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