¿Qué es la preeclampsia?

La preeclampsia se trata de una complicación de salud que aparece durante la gestación y suele evidenciarse por una subida en la tensión arterial de las madres gestantes, además de un mal funcionamiento de varios sistemas. Tal como señalan Acosta Aguirre y compañeros (2017), la preeclampsia representa una de las principales causas de morbimortalidad de mujeres gestantes y durante el periodo perinatal en gran parte del mundo. En países desarrollados, hasta el 30% de las muertes maternas se atribuyen a la preclampsia.

El desarrollo y presencia de la placenta se relaciona con todos los síntomas y signos de la preeclampsia. Esta condición se relaciona con complicaciones del sistema circulatorio, en especial en los procesos de coagulación dentro de los vasos sanguíneos. Cuando la preeclampsia llega a complicarse se produce la eclampsia, que se caracteriza por crisis convulsivas, producidas probablemente por los espasmos en los vasos sanguíneos del sistema nervioso central, hemorragias, encefalopatía y edema cerebral.

Tanto la preeclampsia como la eclampsia suelen producirse hacia finales de la gestación o justo después del nacimiento del bebé, cuando se vuelve necesario realizar la extracción de la placenta y el bebé mediante una cesárea.

¿Por qué se presenta la preeclampsia?

preeclampsia

La preeclampsia es una condición de causas multifactoriales. Esto significa que se debe a una combinación de factores tanto genéticos como ambientales. Muchos especialistas aseguran que se origina en la placenta, que es el órgano encargado de proveer nutrientes al feto durante la gestación. Durante el desarrollo y establecimiento de la placenta se generan nuevos vasos sanguíneos que, en el caso de la preeclampsia, no terminan de desarrollarse y funcionar de manera correcta. Esto a su vez ocasiona un déficit en el transporte de sangre por los vasos sanguíneos de la placenta, que provocan un desajuste en la presión sanguínea del sistema de la madre.

Síntomas y señales de preeclampsia

preeclampsia

En muchos casos, la preeclampsia puede ser asintomática, aunque también se asocia con el aumento excesivo de peso y edemas (retención de lìquido) en regiones como el rostro y las extremidades. Asimismo, se producen petequias o hematomas frecuentes, que son una señal de problemas de coagulación intravenosa.

La médico especialista Dulay (2022), señala que la preeclampsia ocasiona daños a diversos órganos y tejidos, lo que puede producir a su vez los siguientes síntomas:

  • Cefalea tensional.
  • Problemas en la visión.
  • Daño o isquemia hepática, asociada a una restricción sanguínea al hígado, que produce dolores en el cuadrante derecho superior del tronco.
  • Náuseas y mareos.
  • Dificultad respiratoria asociada a la disfunción cardiaca
  • Reacciones exageradas del sistema nervioso involuntario o hiperreflexia.

Factores de riesgo relacionados con la preeclampsia

VPH

En la mayoría de los casos (más del 75%) la preeclampsia se presenta como una condición leve, aunque se trata de una condición que puede evolucionar hacia una eclampsia o forma grave si no se trata de manera correcta a tiempo, representando un riesgo grande para la mujer gestante y su bebé.

Esta condición afecta muchos sistemas como el hepático, el sistema nervioso y la circulación sanguínea. En algunos casos, la placenta puede terminar por desprenderse provocando una pérdida o parto prematuro. Cuando la preeclampsia no es atendida provoca convulsiones y problemas graves como accidentes cerebrovasculares.

Los profesionales y asesores de Mayo Clinic (2022) señalan que existen ciertas afecciones que pueden relacionarse con un mayor riesgo a sufrir preeclampsia, como:

  • Haber presentado preeclampsia en un embarazo previo.
  • Que se trate de un embarazo múltiple.
  • Sufrir de hipertensión.
  • Presentar diabetes I o II antes del embarazo.
  • Problemas renales.
  • Embarazos in vitro.
  • Enfermedades autoinmunitarias.
  • Obesidad.

Riesgos para el bebé

embarazada con VPH

Los médicos expertos de la Oficina de Comunicaciones del Instituto Nacional de Salud (2018), explican que debido a que la preeclampsia se relaciona con un déficit en el suministro de sangre a la placenta, también representa un riesgo para los fetos, ya que genera limitaciones en el suministro de nutrientes y oxígeno, provocando bajo desarrollo o separación de la placenta antes del parto. Esto último produce partos prematuros o la muerte del feto si este no se encuentra lo suficientemente desarrollado.

Por otro lado, el parto prematuro producido por el desprendimiento de la placenta puede asociarse también con consecuencias a largo plazo como parálisis cerebral, problemas visuales y auditivos, déficit de aprendizaje, diabetes, hipertensión, entre otros.

Secuelas después del embarazo

preeclampsia

Las mujeres que presentaron preeclampsia durante su embarazo, pueden también tener secuelas post parto, según lo señalado por la Oficina de Comunicaciones del Instituto Nacional de Salud (NIH, 2015). En general, la hipertensión y otros síntomas suelen resolverse por sí solos unas 6 semanas después del parto. No obstante, algunos expertos han encontrado que las mujeres que han presentado esta condición tienen mayores probabilidades de sufrir de aumento de la presión arterias y cardiopatías, además de alteraciones en los procesos de coagulación, así como mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

¿Cómo se trata la preeclampsia?

madre

En la mayoría de los casos, el método para tratar la preeclampsia consta de tratamientos antihipertensivos, cesárea planificada e internación. En el caso de que se presenten convulsiones, se suministra sulfato de magnesio para prevenirlas o tratarlas.

El tipo de tratamiento que se propone depende de la edad gestacional, siendo la extracción del feto el principal método para prevenir complicaciones en la madre. En la mayoría de los casos, las mujeres deben mantenerse internadas en Unidad de Cuidados Intensivos, donde son monitoreadas y tratadas con diversos medicamentos, según el nivel de gravedad.

¿Se puede prevenir la preeclampsia?

preeclampsia

Una de las mejores maneras de prevenir cualquier problema durante el embarazo y en general, es mantener un estilo de vida saludable, con una buena alimentación y rutinas sanas.

Además de esto, diversos análisis han comprobado que la administración de pequeñas dosis de aspirina, puede reducir el desarrollo de preeclampsia. Estos tratamientos suelen iniciarse alrededor de las 12 semanas de gestación y se continúa hasta el parto. El tratamiento y dosis para prevenir complicaciones durante el embarazo debe ser indicado por un profesional médico, tras evaluar la situación de la madre.

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Acosta Aguirre, Y., Bosch Costafreda, C., López Barroso, R., Rodríguez Reyes, O., & Rodríguez Yero, D. (2017). Preeclampsia y eclampsia en el periodo grávido y puerperal de pacientes ingresadas en cuidados intensivos. Revista Cubana de Obstetricia y Ginecología, 43(4), 53-60.

Dulay, A. (2022). Preeclampsia y eclampsia. Manual MSD 

Mayo Clinic. (2022). Mayo Foundation for Medical Education and Research (MFMER).

Oficina de Comunicaciones NIH. (2015). ¿Cuáles son los riesgos de la preeclampsia y la eclampsia para la madre? Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development

Oficina de Comunicaciones NIH. (2018). ¿Cuáles son los riesgos de la preeclampsia y la eclampsia para el feto? Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development

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