Pregunta completa: Hola mi bebé tiene 4 meses y por causa de una gripe no me quiere agarrar el pecho opte por darle un poquito de auyama y ahora no me ha hecho pupú y los gases son muy hediondo 2 días lleva así que me recomiendan.
Respuesta:
Hola querida mamá, muchas gracias por escribirnos y permitirnos ayudarte con tus dudas. Esperamos que el siguiente artículo encuentres información que te ayude a aclarar tus inquietudes.
Uno de los momentos más duros de la maternidad y paternidad se presenta cuando nuestros pequeños cursan con algún problema de salud (caso particular gripe). Los resfriados y virosis de las vías respiratorias representan una de las situaciones más comunes durante la primera infancia. Además, es frecuente que la congestión nasal interfiera con otras actividades como la alimentación. Sin embargo, existen diversas alternativas que pueden permitirnos sobrellevar de una manera un poco más tranquila esta situación.
¿Por qué es importante seguir ofreciendo leche materna cuándo están enfermos?
La Organización Mundial de la Salud recomienda ofrecer lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad. Esto se debe a que la leche producida por las madres no solo representa el alimento más adecuado para los bebés, sino una fuente de vitaminas y nutrientes que le permitirán combatir infecciones virales.
Tu leche materna es más que un simple alimento
Cuando los bebés son amamantados, reciben una increíble cantidad de compuestos producidos por la madre, como anticuerpos, vitaminas y otros nutrientes que le ayudarán a combatir cualquier infección. Esto ocurre porque, generalmente, las madres se exponen a las mismas bacterias y virus que sus hijos, de manera que sus cuerpos producen los compuestos necesarios para combatirlos, los cuales pasan a través de la leche materna hacia sus bebés.
De esta manera, tal como indican Mosca y Gianni (2017), la composición de la leche materna cambia cuando el bebé cursa alguna enfermedad, incrementando las concentraciones de compuestos que mantendrán su sistema inmunológico fuerte, como lo son los leucocitos.
A pesar de esto, puede que durante el curso de la enfermedad, el bebé se rehusé a alimentarse en diversas ocasiones, ya sea por presentar la garganta inflamada o debido a la congestión nasal, que pueden interferir con la respiración de tu bebé al momento de amamantar. Aunque parece contraproducente, puedes intentar ofrecer el pecho de manera más frecuente, con tomas más cortas, permitiendo que tu bebé sea el que guíe la duración de la toma.
Recuerda que puedes ofrecer, pero no forzarlo a que tome o se mantenga en el seno por un tiempo determinado. También debes estar atenta a signos de deshidratación como llanto sin lágrimas o pañales secos después de un largo periodo (es decir, que no estén produciendo orina con frecuencia).
¿Qué puedo hacer si no quiere amamantar porque tiene gripe?
Además de ofrecer el pecho con más frecuencia, intenta hacerlo siempre que tu bebé se encuentre tranquilo. Si aun así sigue rechazando tu pecho, puedes extraer leche y ofrecerla de otras formas, como recomiendan Flint y Davies (2016), empleando una cuchara o con un vaso. Estas últimas resultan estrategias bastante efectivas que permiten que tu bebé siga aprovechando las increíbles propiedades de la leche materna, aunque de momento rechace el pecho. Si te extraes suficiente leche, puedes resguardarla siguiendo las pautas de seguridad e higiene correspondientes.
Por otro lado, como ya hemos mencionado, ofrece tomas cortas y permite que el bebé suelte el pecho para respirar y lo vuelva a tomar cuando se sienta preparado. Esto puede significar que una toma dure mucho más tiempo de lo normal, pero recuerda que en unos pocos días pasará todo el proceso viral y podrán disfrutar de la lactancia como antes.
¿Qué hago si mi bebé está muy congestionado?
La congestión de las vías respiratorias superiores resulta ser bastante frustrante para los bebés y sus padres. Sin embargo, cuando es ocasionada por una virosis estacional como la gripe, suele pasar en unos pocos días.
Si la congestión es bastante fuerte y parece interferir con las actividades de tu bebé, podrías considerar realizar lavados nasales con solución fisiológica salina, además de usar gotas o sprays nasales, siempre bajo las indicaciones y supervisión médica.
¿Cuándo debería ofrecer alimentos diferentes a la leche materna?
Es fundamental resaltar, de nuevo, que la leche materna representa el alimento más completo para los bebés, puesto que además de proveer los nutrientes necesarios para su crecimiento, también aporta grandes beneficios como anticuerpos y vitaminas que le permitirán fortalecer su sistema inmune para combatir cualquier tipo de infección. Por esta razón, la mayoría de expertos y organizaciones como la OMS recomienda ofrecerla de manera exclusiva hasta los 6 meses de edad.
Alrededor de los 6 meses, las necesidades energéticas de los bebés incrementan, por lo que debe ofrecerse entonces la alimentación complementaria, al tiempo que se sigue dando pecho a libre demanda. Algunas de las señales que nos permiten saber que nuestros pequeños pueden comenzar a probar nuevos alimentos es que son capaces de permanecer sentados sin apoyo, ha desaparecido el reflejo de extrusión (empujar con la lengua cualquier objeto de la boca), además de mostrar interés activo por los alimentos y llevarlos a su boca con sus propias manos.
En general, no se recomienda ofrecer alimentos antes de los 6 meses, en especial si el bebé no muestra ninguna de las señales mencionadas. Esto se debe a que el sistema digestivo y neurofisiológico de los bebés no se encuentra lo suficientemente desarrollado para procesar compuestos distintos a la leche materna. En otras palabras, es posible que la ingesta de otros alimentos produzca una ligera indigestión en los bebés, lo que también genera gases olorosos.
Por último te recomendamos asistir a los controles pediátricos de tu bebé y consultar con un médico especialista si el resfriado y la congestión no se solucionan al cabo de una semana. También estar atenta a sus deposiciones y que no presente malestar estomacal.
Esperamos que pronto mejore y puedan continuar tranquilamente con la lactancia materna.
Más información en:
Flint, A., New, K., & Davies, M. W. (2016). Cup feeding versus other forms of supplemental enteral feeding for newborn infants unable to fully breastfeed (gripe). Cochrane database of systematic reviews, (8).
Mosca, F., & Giannì, M. L. (2017). Human milk: composition and health benefits (gripe). Pediatria Medica e Chirurgica, 39(2), 47-52.
World Health Organization. (2023). Complementary feeding (gripe).
