La infección por levaduras en el embarazo se trata de un padecimiento ginecológico bastante frecuente durante esta etapa. La mayoría de expertos en salud vulvovaginal, señalan que la gran incidencia de estas infecciones durante la gestación se debe a los cambios fisiológicos en las mucosas vaginales, asociadas al incremento de los niveles hormonales.
Según algunos autores como Soong y Einarson (2009), 3 de cada 4 mujeres sufrirá al menos en una oportunidad de infección por levaduras y, de estas, el 40% presentará 2 o más episodios infecciosos. En vista de que este tipo de infecciones es tan común durante el periodo fértil de las mujeres, resulta valioso comprender más dichas patologías, además de sus características y maneras de tratarlas durante etapas como el embarazo. En general, se trata de una patología de corto tiempo que se resuelve rápidamente si se siguen las indicaciones y cuidados adecuados, evitando algunos factores de riesgo como pantalones ajustados y duchas vaginales.
Causas y Síntomas de la infección por levaduras en el embarazo
Soong y Einarson (2009) indican que la infección por levaduras en el embarazo y en cualquier otro periodo, se debe al excesivo crecimiento de poblaciones de levadura en la mucosa vaginal. En especial, las especies del género Candida, como C. albicans son las principales causantes de esta patología, estando presente entre el 80 y 90% de los casos diagnosticados. Otras especies como C. glabrata o C. tropicalis también se han detectado en los procesos infecciosos vulvovaginales.
El aumento de las poblaciones celulares de estos hongos se asocia con el hecho de que durante el embarazo se presentan condiciones ideales para su reproducción, como un cambio en los niveles de pH y composición química de los tejidos vaginales. Los profesionales de la Asociación Americana de Embarazos también resaltan el aumento de la frecuencia de la infección por levaduras en el embarazo, en especial durante el segundo trimestre de gestación. Este se evidencia por el incremento de producción de flujo blanco con fuerte olor y consistencia fina, llegando a considerarse como un síntoma habitual durante este periodo.
A pesar de que los procesos infecciosos no tienen efectos negativos en el desarrollo del feto, pueden causar grandes molestias en la madre, por lo que ante cualquier síntoma o sospecha se debe acudir al médico especialista correspondiente, que determine exactamente el tipo de patología presentada, ya que las infecciones pueden ser de tipo fúngicas o bacterianas y, para cada caso se indican tratamientos diferentes. Por otro lado, si el nacimiento es vaginal, el bebé podría contraer las células fúngicas, aunque no se considera como algo preocupante, pues se resuelve fácilmente.
Síntomas
Entre las señales y síntomas de una infección por levaduras en el embarazo, se encuentran:
- Mayor producción de secreciones blanquecinas con olor fuerte.
- En otros casos, las secreciones pueden adquirir una tonalidad verde o amarillenta, con olor a levaduras (similar al pan).
- Incremento del flujo vaginal.
- Sensación de inflamación y picor en los labios de la vulva.
- Ardor e incomodidad al momento de orinar o mantener relaciones sexuales.
La mayoría de estos síntomas también se presentan en otras patologías, relacionadas con Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), como es el caso de la tricomoniasis, clamidia, gonorrea e infecciones bacterianas que ocasionan vaginosis.
Causas del aumento de infecciones durante el embarazo
Durante el periodo de gestación se producen grandes cambios morfológicos y fisiológicos en diversos sistemas del organismo de la madre. En concreto, el aumento de la producción de estrógeno y la acumulación de azúcares propician los cambios químicos del tejido de la vagina y la vulva. Es decir, las mucosas genitales producen mayor cantidad de secreciones con azúcares que representan el alimento ideal para las células fúngicas.
Tratamiento de infección por levadura en el embarazo
Los profesionales de la salud del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), exponen la importancia de asistir a una consulta con un médico especialista que pueda diagnosticar correctamente el cuadro infeccioso por levaduras o candidiasis vaginal. De esta manera, se obtienen las indicaciones y dosis adecuadas para tratar la patología sin sufrir ningún tipo de riesgos.
En general, se recetan cremas o comprimidos vaginales con composición de clotrimazol o cualquier otro componente antifúngico o antimicóticos de venta libre, aunque estos no tendrán ningún efecto si se trata de una infección bacteriana que no haya sido correctamente diagnosticada. Tobah (2023) indica también que otros antifúngicos que vienen en presentación de cremas o supositorios vaginales, como miconazol y terconazol son empleados para tratar el cuadro infeccioso por levaduras y no representan ningún riesgo para el desarrollo del embarazo.
¿Es malo usar fluconazol?
Otro de los antifúngicos que han sido muy empleados para tratar la infección por levaduras en el embarazo es el fluconazol, que viene en presentación de comprimidos orales. No obstante, en la actualidad no se recomienda su uso durante el periodo de gestación, puesto que los especialistas exponen que se deben evitar medicamentos orales en este periodo. Asimismo, tal como indican Blaganje y Barbic (2020), el fluconazol ha generado resistencia en la mayoría de variantes que provocan candidiasis vaginal, por lo que no resulta tan efectivo para su tratamiento.
Más infromación en:
¿Es peligroso tener relaciones sexuales durante el embarazo?
American Pregnancy Association. (2023). Yeast Infections During Pregnancy.
Blaganje, M., & Barbič, M. (2020). Vaginal Yeast Infection. Current Bladder Dysfunction Reports, 15, 325-331.
National Health Service. (2021). Thrush. United Kindong’s Crown
Soong, D., & Einarson, A. (2009). Vaginal yeast infections during pregnancy. Canadian family physician, 55(3), 255.
Tobah, Y. V. (2023). What’s the best way to treat a yeast infection during pregnancy?. Mayo Clinic
